Relato Giovanna Ramos la travesti superdotada en Valencia. Queridos copulantes os cuento mi primer encuentro con la travesti brasileña de Valencia Giovanna Ramos. En realidad me costó varios intentos. Y es que esta travesti tiene un miembro descomunal, parecido al de Fernando VII de España. Famoso en el mundo entero por su enorme y larguísimo badajo que colgaba de sus piernas.
Relato Giovanna Ramos la travesti superdotada en Valencia.
Intento 1 Relato Giovanna Ramos la travesti superdotada en Valencia. La vi en un anuncio del periódico y me acerqué, estaba por la zona antigua de Valencia. Estaba recién llegada a Valencia (y creo que a España), me atendió un chico que se metió en la habitación y me la presentó, hizo de traductor y al final no me gustó el ambiente y me marché.
Intento 2 Relato Giovanna Ramos la travesti superdotada en Valencia. A los meses se había cambiado de domicilio a la gran Vía Marques del Turia. Me hizo que le volviera a llamar desde una cabina justo delante de su piso, me da la dirección y cuando me meto en el portal entra un vecino conmigo. Subimos los dos en el ascensor, nos bajamos en el 2º, y se abre la puerta para los dos a la vez, nos recibe Giovanna y nos dice si veníamos juntos a por ella. El otro chico fue más rápido y se quedó con ella. Yo me volví a quedar sin conocerla.
Intento 3 Relato Giovanna Ramos la travesti superdotada en Valencia. El bueno. No podía permitir quedarme con la intriga de conocerla, a ella y a lo que se anunciaba. A las semanas la volví a llamar una noche y quedé con ella. Era por la zona del corte ingles de calle Colón en Valencia, por una calle peatonal. Todo estaba más tranquilo y yo más decidido. Me recibió con lencería y unas botas altas negras… me desnudó, me tumbó en la cama y me metió mano. Agarró mi mano y se la metió en sus bragas …, y entonces comprendí que aquello que anunciaba era verdad. Durante un rato la magreé sin mirar abajo.
Relato Giovanna Ramos la travesti con miembro descomunal.
Hasta que ella se tumbó boca arriba y me agarró la cabeza hacia su polla. Estaba enorme, sólo me cabía la cabeza y un poco más, ella me apretaba con delicadeza para meterla pero solo entraba en mi boca la mitad. Tras un buen rato de mamada, se enfundó un condón y me intentó penetrar con delicadeza. No pasaba ni la cabeza, yo veía aquel tronco de carne y quería metérmelo todo. Pero resultaba imposible que entrara tan majestuoso miembro viril. Lo intentamos en muchas posturas hasta que me corrí sin poder meterla.
Hubo más intentos, pero como la primera cita nada.
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Fuente: Relatos y experiencias con travestis.